viernes

Volver

Nadie habló de renacimientos, ni aves fénix; pero el contrario no será volver a caer.
Decadencia exquisita de tiempos austeros, de aquellos en los que falta lo básico y sobra lo esencial.
Vitamina misma del sabor tibio de sus labios, de sus células poco experimentadas; expresión pura de la iniciación en las artes carnales, no necesarias pero inminentes.
Tan suave, con mi tacto débil, misma historia no contada, pautas que disuelven mis movimientos hasta convertirlos en simples gotas de rocío, tan amargas como la cafeína que ingieres antes de besarme.
Una correlación dispar entre tu accionar y el mío; sé que no lo nota. Para ella también es difícil imitar cada secuela de su propio pentagrama.
Ahora aprende y mismo maestro se comporta, sutilmente engatusando a su presa para que esta no denote su imponente presencia, como un Adonis mal representado, mal plasmado en una pintura de Miró.
No es como perderse en las tinieblas de hasta ahora desconocido, es experimentar, explorar generando conocimientos empíricos y sustanciales aplicables a futuro.

Nadie dijo que tenerla era fácil, no fue mencionado el hecho de que muchas veces no se sabe muy bien que hacer... Pero sabes cariño, hoy necesito del néctar dulce de tu inocencia para conocer lo que es poder caminar de la mano por las calles, esas que parecen Londres o París, esas que mientras besabas mis labios se convertían en objetos anacrónicos de nuestra propia melodía.
Con el concierto de fondo no toques mi piel, deja que ella misma misma te busque después de que el viento nos haga suyos...
Por que para algunos es algo, y en nosotros nada.

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